La primera razón es que los perros lamen a sus semejantes y a sus dueños para expresar su cariño hacia ellos. También lo hacen como medida de higiene, propia o ajena. Hacia los demás lo hacen para ayudarse mutuamente en zonas a las que no llega el propio animal, esto además establece unos fuertes lazos de confianza entre ellos.
En los días de calor o tras realizar ejercicio, los perros jadean. Abren la boca, sacan su lengua y comienzan a respirar rápidamente. De esta forma la lengua se vuelve más húmeda y carnosa de lo habitual y la baba es copiosa. Haciendo esto, eliminan el exceso de calor de su cuerpo.
Debemos saber que el jadeo supone una gran pérdida de agua para el perro, por lo que para evitar una posible deshidratación, el perro deberá tener siempre cerca agua fresca.
Mover la cola es una parte del lenguaje corporal del perro. Cuando un perro mueve la cola rápidamente de un lado a otro, es señal de excitación. Ésta puede deberse a que está contento o a que está demasiado tenso, por lo que hay riesgo de que responda de forma agresiva. Por tanto si no conocemos al perro, es mejor esperar a acercarnos cuando no esté excitado.
El perro se sacude cuando necesita estar a punto para realizar alguna actividad. Al sacudirse, mejora su riego sanguíneo y tonifica sus músculos.
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